La escritura es, desde un punto de vista estrictamente lingüístico, un sistema convencional de símbolos gráficos que el ser humano utiliza para comunicarse con los demás.

Desde su invención la escritura estuvo relacionada con las fuerzas ocultas del conocimiento y con los aspectos más íntimos del espíritu humano, y así encontramos esa unión entre el cuerpo y el alma.

La creencia de que en cada escritura existe un mensaje cifrado que revela el carácter y la forma de ser de una persona, durante siglos permaneció oculta entre las prácticas esotéricas.

Con la creación y perfeccionamiento de un sistema de clasificación y análisis de la escritura, capaz de interpretar eficazmente la personalidad y el carácter de una persona, la grafología encontró sitio y aplicación práctica, como de la psicología dentro de ella.

La Grafología es también capaz de alumbrar zonas oscuras que nos permitirán descubrir lo que esté ligado entre el cuerpo y el espíritu, permitiéndonos conocer el carácter de una persona.

La Grafología es un saber que nos permite conocer la personalidad de un individuo, a través del estudio de los rasgos de su escritura. La Grafología es un saber y no una ciencia; puede comparársele con el estudio de la comunicación no verbal de una persona.

El primer paso a dar por el grafólogo consiste en escoger el material de estudio o muestra para analizar, como se hace en un laboratorio. Lo ideal es tomar una carta en la que haya escritas entre diez y veinte líneas y que incluya la firma de esa persona, porque así podemos conocer cuando a él o ella le falta estabilidad serenidad y conocimiento.