La fuerza vital del cuerpo humano se concentra en los centros denominados chacras, que son centros de energía, que normalmente no pueden ser percibidos, pero que controlan el perfecto funcionamiento de las partes del cuerpo físico que están bajo su control.

Los chacras tienen una gran influencia en nuestra actividad en el plano físico a través del funcionamiento de las glándulas endocrinas (tiroides). Estas glándulas afectan el balance mental y la integridad emocional.

Dependiendo del uso que les demos a ellos y a nuestras energías, serán constructivos o discordantes. No hay chacras buenos ni malos, todos son necesarios para la vida como el mismo proceso de espiritualización.

Es muy importante para nuestro bienestar, un correcto entendimiento de lo que puede afectar a cada chacra, ya que cada pensamiento y acción influye en la sensibilidad y funcionamiento de estos centros.

Inmediatamente después de la realización, los chacras se activan y comienza el lento proceso de limpieza de toda la energía negativa acumulada durante años de actividades autodestructivas, como la drogadicción, el alcoholismo, la violencia, la ira o el fanatismo de cualquier tipo. Los beneficios son casi inmediatos; las pequeñas ansiedades se reducen y el gozo y la objetividad comienzan a manifestarse.

En orden ascendente, los siete chacras son los siguientes:

  • Mooladhara o mula-adhará (‘sostén de la raíz’), la zona entre el ano y los genitales. Su aspecto principal es la inocencia y ésta nos da dignidad, equilibrio, sentido de lo que es correcto y de lo que no se debe hacer.
  • Swadisthan o sua adhisthana (‘su-propio lugar-de-estar’), la región umbilical. El de la creatividad, el conocimiento de la realidad y la atención. En el plano físico, cuida la parte inferior del hígado, los riñones y la parte baja del abdomen.
  • Nabhi o maní-pura (‘joya-ciudad’), la punta del estómago o epigastrio. Nos da la cualidad de la generosidad y el sentido completo de la satisfacción y la felicidad.
  • Anahata o an-ajata (‘no-herido’ o ‘no-golpeado’), la raíz de la nariz. El chacra del corazón es el lugar donde reside el espíritu, nuestro verdadero ser; allí se manifiestan el amor y la compasión.
  • Vi-shudha (‘muy puro’), el hueco entre los senos frontales (dentro de la nariz). Es el de la diplomacia, éste chacra aporta la energía que necesitamos para comunicarnos con los demás. Este repercute en las buenas relaciones con los demás.
  • Agnya o agña-akhia (‘conocer por el entendimiento’), el bregma (unión de las suturas coronal y sagital. Este chacra se encarga del perdón relacionándose con la conciencia mental y con la conciencia espiritual.
  • Sahasrara o sajasra-ara(‘mil-rayos [de una rueda]’),tiene la forma de una flor de loto invertida, que se encuentra en la cabeza. Este por ser el último integra los seis anteriores. Este chacra nos da la percepción directa de la realidad en la evolución de la conciencia humana.